Sánchez dedica 30 minutos al cambio climático y 5 a los cambios en el PSOE ante el Comité Federal

Pedro Sánchez ha confirmado este sábado el poder absoluto de La Moncloa sobre Ferraz. El líder socialista ha blindado su influencia en el PSOE con un equipo a medida, ante las pésimas expectativas electorales del partido. Pese a la grave situación que atraviesa el socialismo, Sánchez ha dedicado buena parte de su intervención -unos 30 minutos- ante el Comité Federal, reunido de urgencia y con carácter extraordinario, a hablar de cambio climático, políticas «verdes» y crisis energética. En este contexto, ha insistido en la oposición del Gobierno al plan de Bruselas de racionar el gas ante la falta de suministro.

El socialista apenas ha dedicado cinco minutos a la profunda remodelación que ha impuesto en Ferraz, con cambios de gran calado en su núcleo más cercano. Ni siquiera se ha detenido a explicar la decisión -que no ha sido debatida ni consensuada en el máximo órgano entre congresos- y se ha limitado a orientar al partido de cara al nuevo ciclo electoral.

Victimismo

Sánchez se ha escudado, una vez más, en «la pandemia, el volcán y la guerra en Europa» para esconder sus responsabilidades en la crisis económica que padecen los españoles. Con la inflación en récord, incluso se ha preguntado «qué sucedería en España si hubieran gobernado otros». Como es habitual en sus últimas intervenciones, ha cargado también contra «los más poderosos» y, en su perfil más victimista, ha afirmado que resulta «incómodo» por «gobernar para el interés general». Sánchez se ha erigido como el defensor de los vulnerables y se ha encarado con las «grandes empresas», defendiendo los nuevos impuestazos que gravarán los beneficios extraordinarios de las energéticas y la banca. El PSOE registrará la próxima semana en el Congreso una proposición de ley con estos gravámenes, en la que se prohibirá además que acaben repercutiendo en los clientes. Podemos pide hasta 10 años de cárcel para los directivos que incurran en estas prácticas.

Cero autocrítica

Sánchez, que ha defendido sin autocrítica su acción de gobierno, ha arremetido con dureza contra la oposición, a la que ha acusado de ser «catastrofista» y estar «anclada en el bloqueo». «Nada podemos esperar de la derecha que sigue siendo la misma negacionista de siempre», ha afirmado.

El líder socialista ha tratado de distraer al atención de la debilidad de su partido cargando contra los «poderes ocultos» y, sin ápice de enmienda, ha asegurado que afrontará los próximos retos «igual» que los pasados, pese a haber sumido a España en la crisis. «Con mucho diálogo y capacidad de acuerdo, como sólo el PSOE es capaz de hacer», ha defendido, en pleno idilio con Bildu como socio preferente.

Sánchez ha arengado a los suyos a afrontar las elecciones que vienen, y en las que parten en clara desventaja frente al auge del PP. Así, les ha instado a «no dar ni un paso atrás» o a «meter una marcha más». Frases comunes para insuflar ánimos en el partido. La prioridad, ha recordado, es «ganar las municipales y autonómicas, en aquellas comunidades donde se celebren”. Y hacerlo, ha destacado, «juntos como un equipo».

Cambios

El PSOE atraviesa sus momentos más críticos tras la severa derrota en Andalucía y la desconfianza absoluta incluso entre sus propios votantes. Como ha publicado este periódico, el partido maneja un sondeo interno que confirma su debacle, situando a la formación incluso por debajo de los 100 escaños.

El líder socialista ha acometido una profunda remodelación de su equipo más cercano, designando a la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero como número dos del partido en sustitución de Adriana Lastra. Lastra anunció esta semana su renuncia alegando motivos de salud por un embarazo de riesgo, aunque han sido múltiples los desencuentros con Sánchez.

Además, la titular de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, será la portavoz de la Ejecutiva Federal que hasta ahora ocupaba Felipe Sicilia. Y el diputado y ex lehendakari, Patxi López, será el nuevo portavoz parlamentario en el Congreso de los Diputados, cargo que desempeñaba hasta ahora el diputado canario Héctor Gómez.

Sánchez corrige así buena parte de los cambios que acometió hace menos de un año y que fueron confirmados en el 40 Congreso del PSOE celebrado en Valencia a mediados del pasado mes de octubre. Allí nombró portavoz de la Ejecutiva a Sicilia, que ha estado apenas nueve meses en el cargo. Lo mismo ocurre con Héctor Gómez, que sale de la dirección menos de un año después.

Con estos cambios, Sánchez pretende rodearse en Ferraz a varios colaboradores de confianza que ya formaban parte del Gobierno y conforma un núcleo duro para intentar que la acción y el mensaje del Ejecutivo y del partido sigan la misma línea. En el fondo está imponer el control de La Moncloa sobre el partido ante un escenario pesimista para el PSOE.

El socialista ha priorizado al aparato y, en especial, a cargos procedentes de otros sectores que en su día, incluso, compitieron con él en el proceso de primarias, como es el caso de Patxi López. Además, Alegría fue la portavoz de Susana Díaz en las primarias de 2017 que finalmente ganó Sánchez contra todo pronóstico y con el aparato del partido en contra.

Sánchez también ha incorporado a la Comisión Ejecutiva Federal al ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, que será el nuevo responsable de Memoria Democrática y Laicidad -sustituyendo a Patxi López- y al alcalde de Corvera (Asturias) Iván Fernández, como recambio de Juan Francisco Serrano, que se suma al equipo del Secretario de Organización, Santos Cerdán.

Por otro lado, Santos Cerdán -principal artífice de los pactos con Bildu- seguirá como número tres del PSOE y sale reforzado con los cambios, ya que mantiene el cargo tras la tensión interna con Lastra por el poder interno.

El PSOE salió derrotado de las elecciones autonómicas en Andalucía celebradas el 19 de junio, donde sufrió su peor resultado histórico al caer hasta los 30 escaños mientras que el PP logró la primera mayoría absoluta en esta comunidad. En febrero, también perdió en los comicios de Castilla y León y un año antes en los de Madrid, donde pasó a ser tercera fuerza política.

En paralelo, el PP cambió su liderazgo con la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del partido el pasado mes de abril y desde entonces las encuestas han registrado un crecimiento sostenido a su favor. De hecho, el último barómetro realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) este mes de julio ha situado por primera vez al PP como primera fuerza por encima del PSOE.